
(foto Reuters)
Oscar Schemel, director de la encuestadora Hinterlaces, ha insistido luego de los comicios presidenciales que durante los 10 días de campaña Nicolás Maduro vino perdiendo aproximadamente un punto diario hasta cerrarse la brecha el día de la elección. En este sentido, los números de Datanalisis indicarían que esta merma ha continuado en similar proporción.
Para Schemel, este escenario se ha dado porque Maduro no ha sabido manejar dos factores que fortalecían a Chávez, la comunicación y la certeza. Fue allí entonces cuando la oposición, con un discurso mejor estructurado, supo explotar la incertidumbre a su favor, habiendo sido determinante el problema económico.
¿A qué le teme Maduro?
Eugenio Escuela, director de la encuestadora del mismo nombre y asesor de 6to Poder Datos, destaca que al Presidente le preocupan dos cosas: el ascenso del liderazgo de Henrique Capriles y la reacción del pueblo frente a su gestión y frente a la propuesta de su adversario. “Es impresionante como Capriles habla casi todas las noches a las 8.00 pm por un solo canal y el pueblo se conecta con su mensaje y responde de inmediato. Eso le está ocasionando un daño espectacular al liderazgo de Maduro. Por primera vez en 15 años el chavismo está a la defensiva a y no a la ofensiva”.
Sostiene además que Maduro tiene un grave problema de imagen y credibilidad, lo cual se ha acentuado con las contradicciones en su discurso y ha optado por huir hacia delante.
Por su parte, Alfredo Keller, director de la encuestadora Keller & Asociados, subraya que Venezuela ha sido un país que busca siempre seguir a un líder personalista y, ante la ausencia de Chávez, el vacío que debió haber llenado Maduro lo está llenando Capriles. Asegura entonces que el gran miedo de Maduro radica en esa conexión entre Capriles con el pueblo.
Keller afirma que no hay una sola razón para pensar que Maduro pueda estar recuperando popularidad, ya que la novedad que puedo haber representado el nuevo gabinete no fue tal. “Es más de lo mismo”. De igual manera, tiene la dificultad que es Presidente que no ha podido comenzar a gobernar y cree además que se encuentra en una encrucijada en la que no puede radicalizarse porque se echa medio país encima pero tampoco puede flexibilizarse porque terminaría siendo visto como un traidor a los ideales revolucionarios.